Por Juan Antonio Fornasier
Alberto Andrés Marcovecchio:
Artífice de ocho de los campeonatos en la era Amateur, Alberto Andrés Marcovecchio fue un delantero que está emparentado con la gloria de los primeros años del club.
En el ascenso en 1910 ya se destacaba en la cuarta “A” que disputó la final contra la cuarta “B” de Racing, en un hecho histórico.
Artífice de ocho de los campeonatos en la era Amateur, Alberto Andrés Marcovecchio fue un delantero que está emparentado con la gloria de los primeros años del club.
En el ascenso en 1910 ya se destacaba en la cuarta “A” que disputó la final contra la cuarta “B” de Racing, en un hecho histórico.
Luego, en 1912, en el debut de la reserva, por ese entonces llamada intermedia, hizo ocho goles en el resultado record de 16-0 sobre Belgrano, sus condiciones lo empujaban a jugar en primera. Justo para 1913, año en el que la Academia consiguió su primer título, se afirmó en el primer equipo, lugar que ocuparía por diez años más.
Su estirpe ganadora, como la de gran parte de su generación, quedó marcada con ocho Campeonatos 1913, ’14, ’15, ’16, ’17, ’18, ’19 y ’21; cuatro copas de Honor Municipalidad de Buenos Aires 1912, ‘13, ’15 y ’17; cinco campeonatos Argentino Copa Dr. Carlos Ibarguren 1913, ’14, ’16, ’17 y ‘18; una Copa de Honor Cousenier 1913; y dos campeonatos Rioplatense Dr. Ricardo C. Aldao, 1917 y ’18.
Además, este ganador nato hizo montones de goles en torneos en los que Racing lograba cifras record de tantos a favor. Terminó como artillero máximo en dos campeonatos, en el de 1917, con 18 goles y en el de 1919, con 16. En 1922, el atacante debió retirarse por una fractura y, casualidad o no,la Academia volvió a ser campeón en 1925 y luego esperó hasta 1949 para repetirlo. También actuó en la selección, once partidos, en los que marcó ocho goles.
Su estirpe ganadora, como la de gran parte de su generación, quedó marcada con ocho Campeonatos 1913, ’14, ’15, ’16, ’17, ’18, ’19 y ’21; cuatro copas de Honor Municipalidad de Buenos Aires 1912, ‘13, ’15 y ’17; cinco campeonatos Argentino Copa Dr. Carlos Ibarguren 1913, ’14, ’16, ’17 y ‘18; una Copa de Honor Cousenier 1913; y dos campeonatos Rioplatense Dr. Ricardo C. Aldao, 1917 y ’18.
Además, este ganador nato hizo montones de goles en torneos en los que Racing lograba cifras record de tantos a favor. Terminó como artillero máximo en dos campeonatos, en el de 1917, con 18 goles y en el de 1919, con 16. En 1922, el atacante debió retirarse por una fractura y, casualidad o no,
Dijo el diario La Nación : . (La Nación , 1/3/58). “…Superdotado del siglo,…goleador temible, oportuno y resuelto en las definiciones, penetrante y brioso en sus esfuerzos, ganó un lugar de privilegio en el recuerdo del que será difícil poder desplazarlo…”
Grande, muy grande Alberto Andrés Marcovecchio.}
Rubén Héctor “El Marqués” Sosa:
Jugador elegante, fino, con cara de buen muchacho, lo apodaban el “Marqués” porque parecía de la realeza dentro del campo de juego.
Nació el 14 de noviembre de 1936 y luego de jugar en Platense, llegó a Racing en 1958. Además de su técnica con el pie, su cabezazo es uno de los más recordados en la historia del club, con un poder para anticipar a defensores y trasformar su frente en un botín.
Quizás la delantera académica que mejor sale de memoria es la que integró en esa época brillante del club junto a Corbatta, Pizzuti, Mansilla y Belén. En medio de tantos atacantes virtuosos, fue goleador del equipo en 1959, con 21 goles, en 1960, con 19 y en 1962, 10. En los campeonatos logrados en 1958 y 1961, el punto más alto de ese gran equipo, no fue el máximo artillero, pero hizo 11 goles en cada uno. En total, disputó 151 partidos en Racing y anotó 82 goles.
Además, sus virtudes lo llevaron a jugar en la selección argentina, donde jugó 18 partidos y marcó 11 goles entre 1959 y 1962, incluidos dos Sudamericanos, uno ganado en 1959, y el Mundial de Chile.
Se fue de Racing en 1964 para pasar a Cerro y luego Nacional de Montevideo. Allí formó otra delantera histórica del fútbol sudamericano con el brasileño Celio Taveira, el “Marqués” siguió dando espectáculo. Tanto que fue a Estados Unidos una temporada a mostrar su talento para enseñar lo que es jugar al fútbol. Regresó en 1968 para actuar en Flandria junto a su amigo e ídolo Mansilla. Sus otros referentes fueron Corbatta, Belén y Pelé, a quien enfrentó en el famoso amistoso de septiembre de 1961 entre Racing y Santos, un partido que muchos consideran el mejor que se haya visto. Ese día, como muchos, también brilló el “Marqués”.
Era de los que jugaban al fútbol donde los demás trataban de definir, dentro del área.( Ver nota aparte )Jugador elegante, fino, con cara de buen muchacho, lo apodaban el “Marqués” porque parecía de la realeza dentro del campo de juego.
Nació el 14 de noviembre de 1936 y luego de jugar en Platense, llegó a Racing en 1958. Además de su técnica con el pie, su cabezazo es uno de los más recordados en la historia del club, con un poder para anticipar a defensores y trasformar su frente en un botín.
Quizás la delantera académica que mejor sale de memoria es la que integró en esa época brillante del club junto a Corbatta, Pizzuti, Mansilla y Belén. En medio de tantos atacantes virtuosos, fue goleador del equipo en 1959, con 21 goles, en 1960, con 19 y en 1962, 10. En los campeonatos logrados en 1958 y 1961, el punto más alto de ese gran equipo, no fue el máximo artillero, pero hizo 11 goles en cada uno. En total, disputó 151 partidos en Racing y anotó 82 goles.
Además, sus virtudes lo llevaron a jugar en la selección argentina, donde jugó 18 partidos y marcó 11 goles entre 1959 y 1962, incluidos dos Sudamericanos, uno ganado en 1959, y el Mundial de Chile.
Se fue de Racing en 1964 para pasar a Cerro y luego Nacional de Montevideo. Allí formó otra delantera histórica del fútbol sudamericano con el brasileño Celio Taveira, el “Marqués” siguió dando espectáculo. Tanto que fue a Estados Unidos una temporada a mostrar su talento para enseñar lo que es jugar al fútbol. Regresó en 1968 para actuar en Flandria junto a su amigo e ídolo Mansilla. Sus otros referentes fueron Corbatta, Belén y Pelé, a quien enfrentó en el famoso amistoso de septiembre de 1961 entre Racing y Santos, un partido que muchos consideran el mejor que se haya visto. Ese día, como muchos, también brilló el “Marqués”.
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