No dice nada, dice todo.

Así es el Racing de ahora. Un equipo que no dice nada pero que al mismo tiempo dice todo: muy poco fútbol. Un equipo apático, sin ideas, que intenta dar lo mejor de si pero que le cuesta y mucho. Que lucha más de lo que juega.
El partido del último sábado frente a All Boys no fue la excepción a esta regla que marcamos. Ni tampoco lo fueron los encuentros anteriores, frente a Banfield y Arsenal, respectivamente. Es que el equipo de Diego Simeone es por el momento austero, sale a batallar más de la cuenta, se cierra atrás y apuesta al contragolpe. Y este planteo a veces funciona bien, como en el caso de Banfield, y a veces sale mal, como contra Tigre, Arsenal y justamente All Boys.
Racing fue a Floresta con la idea de plantarse bien en su campo, luchar y poder contragolpear en los momentos justos. El problema surgió en la poca idea al momento de ejecutar la jugada: el poco futbol que viene brindando Patricio Toranzo más las pocas situaciones que generaron los delanteros determinaron que el punto sea el mejor resultado.
La ausencia de Teofilo Gutiérrez fue clave, se notó mucho la falta de sorpresa a la hora de terminar una jugada, tanto en Luguercio como en Gabriel Hauche. Aunque es imposible criticarles la entrega que hacen partido a partido, Racing necesita de sus goles y si ellos no están afilados la cosa de torna difícil.
Si empezamos desde abajo, el arco esta siendo el punto mas fuerte del equipo. Sebastian Saja, una de las recientes incorporaciones al plantel esta respondiendo muy bien y contribuye a mantener los partidos en pie. En la defensa, Lucas litch y Matías cahais cortaron todos los avances que proponían tanto Mattos como Darío Stefanatto. Las proyecciones de Iván Pillud fueron muy buenas, lástima que siempre que pasaba la mitad de cancha chocaba contra  Cristian Vella o Facundo Quiroga y perdía la pelota, lo que generaba jugadas claras para la gente del ‘albo’. Un ejemplo de esto fue una chance que desperdicio Mauro Mattos tras no poder contener un centro por derecha. El primer tiempo fue trabado, luchado y mal jugado por parte de ambos, que se preocuparon en meter mucha presión en el mediocampo sin producir jugadas de peligro. La más clara la tuvo Racing, cuando a los 14 minutos del primer tiempo, el arquero de All Boys, Nicolás Cambiasso jugó mal una pelota y le cayó a Toranzo, que asistió a Lucas Castro y disparó al arco sin que nadie lograra conectar la pelota.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, aunque todo cambió con el ingreso del mejor futbolista de Racing, Gio Morenno. El jugador estuvo  202 días sin actividad por ser operado de una la rotura de ligamentos cruzados el pasado 14 de febrero justo ante el mismo rival. A los 28 minutos de ese segundo tiempo se generó la jugada mas destacada del partido: Matías Martínez  fue expulsado por doble amarilla tras cometerle una falta a Pérez García, la cual derivó en un tiro libre peligrosísimo: Saja calculó mal la salida y erró el manotazo, por detrás de todos entró Perea, quien disparó al arco y cuando la pelota iba a entrar "Gio" logró rechazar la pelota sobre la línea.

El resultado terminó siendo justo porque ninguno de los dos  mereció la victoria. Racing debe cambiar el estilo de juego porque tiene muy buenos jugadores y puede lograr sus objetivos. La idea de salir jugando desde abajo, no reventar la pelota, rotar, atacar en bloque y liquidar los partidos no es una utopía. Y mucho menos que ahora volvió el genio del equipo.

Mariano Disavia